24 de mayo de 2015

LOS 150 DE "ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS"


«No puedo volver al pasado porque entonces era una persona diferente»
Lewis Carroll

¿CÓMO LLEGÓ «ALICIA EN EL PAÍS DE LAS MARAVILLAS» A MIS MANOS? 

Considero que cada lector tiene su propio hábito para emprender un nuevo viaje hacia un libro. En tal sentido, el mío suele ser muy dependiente de un ritmo establecido por cronología, porque de todas maneras el orden de los factores no va a alterar el producto de leer los libros posibles, aprovecho el momento de su aniversario para homenajear al libro con una lectura refrescante, interactiva, profunda por lo que al enterarme que estamos en el año 2015, fecha exacta de conmemorarse los 150 años de la publicación de Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, me emocioné e interesé en conseguir el libro lo más pronto posible. Es así que asimilo esta grata situación –con el afán de engendrar hábitos de lectura, cultura literaria para compartir el presente blogger. 

Sin lugar a dudas, hace más de dos meses fui en busca del libro en una librería local. Lo conseguí y empecé esta maravillosa aventura de vivir dentro de un largo sueño. Y si tu también quieres ahora mismo, aquí puedes empezar.

El libro puede que esté orientado a los niños, pero no justifica que los adultos podamos leerlo, incluso, este libro guarda curiosamente su intención filosófica, lógica por la que establece una profunda racionalización en lo respecta en algunas partes textuales. Es un libro imperdible por el que se diría: nunca es tarde para leerlo. Sin embargo, tanto puede ser la popularidad que ha sido objeto de estudio y manipulación distorsionadora, para lo cual en este último caso se ha engrandecido un significado malévolo por parte de esta obra, el cual se incluye ocultismo, alusiones drogadicticas, y toda una serie de anomalías que distorsionan el verdadero encanto de esta aventura. A los adultos se le pide buena atención para profundizar la intención lógica, sátira política que guarda en la narración. 
 
Además quisiera agregar algo interesante que lo relaciono con una experiencia particular que vivencié hace unas semanas. Es indiscutible y curioso –pero no paradójico para estos tiempos que un matemático llegue a escribir Alicia en el país de las maravillas, así puedo apreciar que la dicotomía del conocimiento está sujeta por Números y Letras (como suelen señalar en mi universidad) en tanto, que vivencié un menosprecio inverso de alumnos de ambos sectores, por lo que por ejemplo: «si te hablo de química no entenderías porque eres de Letras», o «en verdad que no me apetece escribirte porque no entiendo tu jeroglíficos porque eres de Números». Tengo una fuerte preocupación por estos sucesos espontáneos, rutinarios que llegamos a ser víctimas u ofensivos con nuestros amigos, compañeros, y lo tomamos ignorantemente como una broma, en el que nos limita a contradecirle, o reclamar su imprudencia, o bueno, al menos, esclarecer una grata conversación acerca de esto. Pero nada de eso sucede. 

Es importante reconocer que Lewis Carroll fue matemático y rompiendo ese paradigma que solo escriben libros los de Letras es completamente erróneo, en todo caso no encaja bien aquí, o mejor aún, nos demuestra que no importa qué eres (profesión, afición) sino la buena intención creativa que nos deja como un legado para las próximas generaciones. Asimismo, incluyo que rechazando todos esos estereotipos con respecto a querer incursionar en nuevos mundos tanto de Letras y Números, también es importante, de mi parte, asimilar y evocar a que todos estamos invitados a entrelazar nuestra profesión con otras porque así podemos relacionar mejor la realidad, someternos a un mundo «Letras-Numérico» en el que internalizamos en otros factores y nos enriquecemos en conocimientos y creatividad. Y por efecto, proporcionamos un embellecido libro integrador. En tanto que, personalmente, pienso que la Literatura es para esto: expresar los sentimientos, opiniones, que pueden no solo someterse los literatos sino todas las personas intencionales. Por ejemplo, qué hermoso sería leer un poemario sobre la arquitectura de Machu Picchu por un arquitecto, la descomposición cefálica por parte de los médicos, una novela sobre un asesinato que solamente llegaron al asesino por sus lágrimas, escrito por un químico. Así hay infinidades de libros que se pueden lograr si es que dejamos de pensar que somos Números y Letras. 

SOBRE EL AUTOR 

Charles Lutwidge Dogson nació en Daresbury, Reino Unido, 1832 y falleció en Guildford, 1898. Fue lógico, matemático, fotógrafo y novelista británico. Tras licenciarse en el Christ Church (1854), empezó a trabajar como docente y a colaborar en revistas cómicas y literarias, adoptando el seudónimo por el que sería universalmente conocido. En 1857 obtuvo una plaza como profesor de matemáticas, y cuatro años después fue ordenado diácono. 

En 1862, en el curso de uno de sus paseos habituales con la pequeña Alice Liddell y sus dos hermanas, hijas del deán del Christ Church, les relató una historia fantástica, «Las aventuras subterráneas de Alicia». El libro se publicó en 1865, con el título de Alicia en el país de las maravillas; él mismo costeó la edición, que fue un éxito de ventas y recibió los elogios unánimes de la crítica, factores que impulsaron a Carroll a escribir una continuación, titulada A través del espejo y lo que Alicia encontró allí (1871). 

La peculiar combinación de fantasía, disparate y absurdo, junto a incisivas paradojas lógicas y matemáticas, permitieron que las obras se convirtieran a la vez en clásicos de la literatura infantil y en inteligentes sátiras morales, llenas de apuntes filosóficos y lógicos, aunque naturalmente para un público adulto y atento. 

Por otra parte, han sido objeto de diversas especulaciones las tendencias sexuales de Carroll, sobre todo en lo referente a sus numerosas amistades con niñas, a las que gustaba de fotografiar en las poses más variadas, ataviadas con multitud de vestimentas, e incluso desnudas. 

Escribió también poesía, campo en el que destaca en su producción el poema narrativo «La caza del snark», plagado también de elementos fantásticos. Además de diversos textos matemáticos, fue autor de trabajos dedicados a la lógica simbólica, con el propósito explícito de popularizarla, en los cuales apunta su inclinación por explorar los límites y las contradicciones de los principios aceptados. 

DATO CURIOSO
Años antes de Alicia en el país de las maravillas, ya buscaba ideas de cuentos para niños que pudieran proporcionarle dinero: «Un libro de Navidad [que podría] venderse bien... Instrucciones prácticas para construir marionetas y un teatro». 
PERSONAJES

Alicia: Alicia es una niña imaginativa y muy curiosa que solía inventarse situaciones de fantasía mientras hablaba sola. Una tarde de verano, se fue a descansar con su hermana a la orilla del río Támesis. 

Aburrida por el libro de su hermana mayor, Alicia pronto ve a un Conejo Blanco que parecía llegar tarde a algún sitio, y le sigue con curiosidad hasta su madriguera. Alicia cayó por el largo agujero viendo objetos comunes flotando en el gran pozo. Al llegar al fondo del todo, Alicia pasa por una serie de desventuras al intentar pasar por la pequeña puerta que lleva al jardín de la Reina de Corazones. 

Tras cambiar de tamaño en varias ocasiones y conocer a los habitantes del País de las Maravillas, Alicia llega finalmente al jardín, pero con el tiempo, termina provocando que la Reina de Corazones mande ejecutarla. Al mandar a todos los naipes a por ella, Alicia despierta de su sueño. 

Conejo Blanco: Aparece al principio del libro, en el capítulo uno, vistiendo un chaleco, y murmurando que llega demasiado tarde a su destino. Es entonces cuando Alicia lo sigue hasta la madriguera que lleva hasta el País de las Maravillas. Alicia se reencuentra con él más adelante, cuando este la confunde con su criada Mary Ann y la envía hasta su casa para hacer una búsqueda. Es entonces cuando Alicia bebe de una botella que la hace crecer demasiado, hasta tal punto que queda atrapada en la casa del Conejo. Este personaje vuelve a aparecer en los últimos capítulos, como heraldo del Rey y de la Reina de Corazones. 

Duquesa: La obra no describe físicamente al personaje, pero la apariencia del mismo se basa fuertemente en las ilustraciones de John Tenniel. Del texto se puede deducir que Alicia la encuentra poco atractiva. La Duquesa y algunos personajes que la rodean, fueron añadidos a la obra de forma tardía, pues no aparecen en versiones anteriores de la historia, publicadas con el título Las aventuras subterráneas de Alicia. La Duquesa aparece en el capítulo VI, en su casa y como dueña original del Gato de Cheshire, y luego en el capítulo VIII, en el jardín de croquet de la Reina de Corazones. 

Dibujo de John Tenniel
Sombrerero: Este personaje es también conocido como el Sombrerero Loco, aunque en la obra de Carroll nunca se le llama así. La confusión probablemente proviene del hecho de que el Gato de Cheshire advierte a Alicia que el Sombrerero está loco, lo cual es confirmado por la conducta excéntrica del Sombrerero; y además el capítulo donde el Sombrerero aparece, se titula "Una merienda de locos". El Sombrerero aparece nuevamente en la secuela de la obra, llamada Alicia a través del espejo, bajo el nombre de Hatta,1 uno de los mensajeros del Rey Blanco. 
 
Oruga Azul: Es mencionado al final del Capítulo IV (La habitación del Conejo Blanco), y es el principal foco de atención en el Capítulo V (El consejo de una Oruga). La Oruga azul mide siete centímetros de altura, y es encontrada por Alicia sentada en una seta gigante, fumando un narguile. 

Cuando Alicia y la Oruga se encuentran, ésta es agresiva y grosera con la niña, haciéndole preguntas difíciles y sin usar la menor cortesía. Tras la discusión inicial, la Oruga pide que Alicia recite el poema infantil inglés Padre Guillermo. Alicia obedece, pero el poema le sale un poco cambiado. Finalmente, los personajes discuten de nuevo sobre la estatura, y la Oruga se ofende porque Alicia considera que siete centímetros "es una birria de altura". Acto seguido, la Oruga se aleja, no sin antes recomendar a Alicia que pruebe a comer de la seta, ya que la misma puede modificar su estatura nuevamente. 

Reina de Corazones: Se trata de una monarca de muy mal genio, descrita por el mismo Carroll como "llena de furia ciega", rápida para sentenciar a la decapitación a quien ose ofenderla mínimamente. La Reina es un naipe de baraja inglesa.

Dibujo de Salvador Dalí
Falsa Tortuga: Su nombre y las características del personaje derivan de un platillo inglés creado en el siglo XVIII y que era popular en la era victoriana: la sopa de tortuga falsa, o mock turtle soup. 

Carroll disfrutaba los juegos de palabras y las bromas a la sociedad victoriana y su etiqueta. Las ilustraciones que John Tenniel hizo del personaje, aumentan el valor cómico del mismo, ya que muestran a una criatura compuesta de partes de dos animales: tronco, caparazón y aletas de tortuga marina, pero cabeza, cola y patas de novillo. 

El Dodo: Es un pájaro, con chaleco y sombrero de capitán. Nunca pierde la calma y cree tener la solución para todo. Tiene mucho poder de convicción. 

INTRODUCCIÓN 

Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas (Alice's Adventures in Wonderland), a menudo abreviado como Alicia en el país de las maravillas, es una obra de literatura creada por el matemático, lógico y escritor británico Charles Lutwidge Dodgson, más conocido bajo el seudónimo de Lewis Carroll. El cuento está lleno de alusiones satíricas a los amigos de Dodgson, la educación inglesa y temas políticos de la época. El País de las Maravillas que se describe en la historia es creado básicamente a través de juegos con la lógica, de una forma tan especial que la obra ha llegado a tener popularidad en los más variados ambientes, desde niños o matemáticos hasta psiconautas.
En esta obra aparecen algunos de los personajes más famosos de Carroll, como el Conejo Blanco, El Sombrerero, la Oruga azul, el Gato de Cheshire o la Reina de Corazones; quienes han cobrado importancia suficiente para ser reconocidos fuera del mundo de Alicia. 

ORIGEN DEL LIBRO (1862 – 1865) 

PROCESO DEL LIBRO 

Edith, Lorina y Alice Liddell
En 1856, un nuevo deán, Henry Liddell, llegó a Christ Church, trayendo con él a su joven esposa y a sus hijas, que tendrían un importante papel en la vida de Dodgson. Este entabló una gran amistad con la madre y con las niñas, especialmente con las tres hijas, Lorina, Alice y Edith. Parece ser que se convirtió en una especie de tradición para Dodgson llevar a las niñas de picnic al río, en Godstow o en Nuneham. 

Según los relatos del propio Dodgson, de Alice Liddell y de Duckworth, el autor improvisó la narración, que entusiasmó a las niñas, especialmente a Alice. Después de la excursión, Alice le pidió que escribiese la historia. 

LA HISTORIA RELATADA EN EL LIBRO TUVO TRES FASES. 

La primera y más importante comenzó durante un paseo en barco por el río Támesis el 4 de julio de 1862. En una de las excursiones el matemático Charles L. Dodgson y su amigo, el reverendo Robinson Duckworth, llevaron a las tres hermanas Liddell: Lorina Charlotte (13 años), Alice (10 años) y Edith (8 años). El viaje por el río había comenzado en el Puente Folly, cerca de Oxford, Inglaterra, y recorrería ocho kilómetros, hasta Godstow, antes de volver a Christ Church, en Oxford. Según el diario de Dodgson, el viaje era tan aburrido que las niñas pidieron al profesor que les contara una historia. Para complacer a las niñas, y debido al cariño especial que sentía Dodgson por Alice, este contó a las niñas una serie de historias fantásticas que llamó Las aventuras subterráneas de Alicia. Según los relatos del propio Dodgson, de Alice Liddell y de Duckworth, el autor improvisó la narración, que entusiasmó a las niñas, especialmente a Alice.
La segunda fase comenzó cuando Alice le pidió a Dodgson que escribiese la historia, así que este decidió recrear aquellos relatos y escribir una historia con ellos. Según una carta enviada a Duckworth, pasó la noche en vela, dedicado a recordar la extravagante historia que había relatado a las niñas en el río.

Panorama desde Puente Folly
DATO CURIOSO
Se especula que la heroína de la obra está basada en Alice Liddell, pero Dodgson negó que el personaje estuviera basado en persona real alguna.
Sin embargo, Dodgson no comenzó la escritura inmediatamente. Según lo que puede leerse en su diario, fue cuatro meses después, el 13 de noviembre del mismo año, cuando Charles Dodgson comenzó a escribir el manuscrito de Las aventuras subterráneas de Alicia. Dodgson terminó de escribirlo en febrero de 1863, y en seguida procedió a hacer las ilustraciones, las cuales terminó en septiembre de 1864. Además, el autor incluyó un retrato ovalado de Alice Liddell en la última página. Alice Liddell recibió el manuscrito terminado e ilustrado por el autor, en noviembre de ese año y se lo regaló como vísperas de Navidad.

DATO CURIOSO
Atentos los que estén en julio por el Reino Unido pues, en Oxford, el 4 de cada mes, se celebra el Día de Alicia y toda la ciudad se transforma en el país de las maravillas, con eventos para todo público y gratuitos. Resulta que ese día, pero de 1862, Charles Ludwidge Dodgson celebró con Alice Liddell y a sus hermanas un picnic a orillas del río Támesis. Allí habría relatado maravillosas historias que serían la génesis de su popular libro.
DEL LIBRO 
Alice Liddell en 1860
PUBLICACIÓN 

La fase final consistió en el desarrollo posterior del manuscrito hasta su versión definitiva. Según el diario de Dodgson, en la entrada del 9 de mayo de 1863, George MacDonald y su esposa le manifestaron su deseo de ver publicado el manuscrito. A Dodgson le agradó la idea, y comenzó a reescribir el manuscrito para su publicación. En el desarrollo del libro, Dodgson añadió dos capítulos, además de extender considerablemente otros dos. 

ILUSTRACIONES DE JOHN TENNIEL 

Las ilustraciones del manuscrito original estaban hechas a mano y con pluma por él. Esta vez, el autor trató de hacer un trabajo más refinado, e intentó hacer los dibujos en madera. Después de varias tentativas, concluyó que este método le llevaría un tiempo superior al que podía dedicar a la tarea, por lo que decidió buscar a un ilustrador profesional. Dodgson procuraba obtener figuras de clara silueta, y pensaba que el ilustrador inglés John Tenniel era el indicado para el trabajo. En una carta dirigida al dramaturgo Tom Taylor, fechado el 20 de diciembre de 1863, Dodgson le solicita su intercesión para contactar a Tenniel y convencerlo de ilustrar la obra. 

Un mes después, Dodgson y Tenniel entraron en contacto, y en abril de 1864, este último después de pensarlo varios meses, aceptó hacer treinta y cuatro ilustraciones, que pasarían a ser cuarenta y dos, a cambio de un pago de 138 libras, en octubre de ese año.

Tenniel recibió instrucciones precisas de Carroll, para garantizar que las ilustraciones reflejaban el mundo de la obra tal y como su autor lo imaginaba. Inclusive, Carroll le entregó una fotografía de la niña Mary Hilton Badcock, otra de sus amigas infantiles, para que la usara como modelo para Alicia. No se sabe si Tenniel aceptó la propuesta. Por un lado, por lo que se puede apreciar en las ilustraciones, parece que sí, pues la Alicia que Tenniel dibujó es muy semejante a Badcock. Pero de manera contraria, una carta de Carroll sugiere que Tenniel hizo caso omiso de la recomendación y creó la imagen del personaje desde cero: 

«El Sr. Tenniel es el único artista que ha dibujado para mí, que ha decididamente rechazado el uso de un modelo, y me ha dicho que no necesita de uno, más que lo que yo necesito de una tabla de multiplicar para resolver un problema matemático. Me arriesgo a pensar que él estaba equivocado, pues dibujó varios retratos de una "Alicia" completamente desproporcionada, con la cabeza demasiado grande, y los pies definitivamente demasiado pequeños». Tenniel terminó la primera ilustración en octubre de 1864, y en mayo de 1865 envió todos los originales listos. 

DATO CURIOSO 
Técnica predominante
El método de dibujo que predominaba en la obra de John Tenniel, consistía en hacer un dibujo preliminar a lápiz, seguido por un dibujo posterior a tinta; antes de transferir el dibujo a un bloque de madera, utilizando papel carbón. 
EL TÍTULO 

Mientras Tenniel hacía las ilustraciones, Dodgson pensó que el título original sonaba demasiado escolar, como si se tratara de un texto sobre minerales; por lo que se dedicó a barajar otros nombres para la obra. En junio de 1864 nuevamente consultó a Taylor a través de una carta. En esta le sugiere varios títulos, y le pide ayuda para escoger uno. Los títulos que Dodgson concibió eran La hora dorada de Alicia, Alicia entre los elfos, Alicia entre los duendes, y combinaciones de La hora de Alicia..., Acciones de Alicia..., Las aventuras de Alicia... con...en el país de los elfos o también... en el país de las maravillas.
En la misma carta, el autor expresa su preferencia por usar el título Las aventuras de Alicia en el país de las maravillas, el título que finalmente adoptó.

PRIMERA EDICIÓN 

El libro publicó el 24 de mayo de ese año la editorial Macmillan and Co., con un tiraje de 2000 ejemplares. Dodgson solicitó que le fueran reservados cincuenta ejemplares. Sin embargo, Tenniel se mostró insatisfecho con el resultado de las impresiones, por lo que el libro no se vendió en Inglaterra. En vez de eso, los ejemplares fueron vendidos al editor neoyorquino Appleton, quien cambió la portada y publicó la primera edición estadounidense. Carroll absorbió los gastos ocasionados. 

PRIMERA RE-EDICIÓN 

En Inglaterra, Macmillan preparó una nueva edición que apareció en el diciembre de 1865, aunque llevaba impresa el año "1866". De los nuevos dos mil ejemplares, Dodgson solicitó que uno de ellos recibiera encuadernación especial, en vitela blanca, un pergamino muy delgado, de alta calidad y durabilidad para obsequiarlo a Alice Liddell. El libro obtuvo gran popularidad en poco tiempo que se vendió rápidamente; las traducciones al alemán y al francés se publicaron en febrero y agosto de 1869, respectivamente. La publicación resultó ser una obra en la que el texto y las imágenes se alternaban en perfecta armonía, sin que uno le robara importancia a las otras.
Años después, en 1890, Dodgson publicó una nueva versión de Alicia, llamada Alicia para los pequeños (The Nursery Alice), dirigida a niños menores de cinco años. 

DATO CURIOSO
Solo se conservan 23 copias de la primera edición de 1865, de las cuales 17 pertenecen a distintas bibliotecas, y las restantes están en manos privadas. 
TRADUCCIÓN
La obra ha sido traducida a numerosos idiomas, incluido el esperanto. En 1998, un ejemplar de la primera edición del libro se vendió en subasta por la suma de 1,5 millones de dólares, y se convirtió así en el libro para niños más caro hasta ese momento. 

DATO CURIOSO
Prohibido en China porque les otorga cualidades a los animales para que actúen en el mismo nivel que los humanos. La obra es una sátira a la sociedad, la educación y los políticos ingleses de la época. La historia se describe a través de juegos con base en la lógica, y la obra ha llegado a tener popularidad en los más variados ambientes, desde niños hasta matemáticos y público de todo tipo.
DATO CURIOSO
El éxito del libro llevó a su autor a escribir y publicar una segunda parte, Alicia a través del espejo (Through the Looking-Glass and what Alice Found There). 
PSICOLOGÍA DE ALICIA 

El cuento de Lewis Carroll está lleno de alusiones a la educación y las costumbres de su época. Mezcla fantasía y realidad, y ha influido a literatos, músicos, cineastas y científicos.

Caída angustiosa. El descenso de Alicia por la madriguera que parece no tener fin recuerda la pesadilla tan recurrente en muchas personas de caer y caer, hasta que la sensación de angustia creciente les hace despertar. Carroll usa esa imagen para describir la entrada en lo inconsciente. 

Las prisas. El Conejo Blanco mira su reloj y va siempre apresurado diciendo “¡Dios mío, voy a llegar tarde!”. Refleja la ansiedad, la conducta paranoica y la exigencia a veces exagerada que los mayores imponen a los niños. 

Fuera rutinas. Los adultos viven atados a la costumbre, como el Sombrerero y su eterno té de las seis. Carroll critica los comportamientos asumidos que nunca son cuestionados. Alicia, a lo largo del libro, se acostumbra a la libertad y a la aventura, y, al despertar del sueño, encuentra “aburrido y estúpido que la vida siguiera su curso normal”. 

Números. La condición de matemático de Lewis Carroll se nota en la obra, llena de guiños al álgebra, la teoría de números y la lógica. La caída interminable de Alicia recuerda al concepto de límite. En el capítulo 5, la paloma dice que las niñas pequeñas son un tipo de serpiente, ya que las dos comen huevo. Esta deducción alude al cambio de variables. 

Crisis de identidad. La incertidumbre propia de la adolescencia aparece cuando Alicia se encuentra a la Oruga Azul sentada fumando con un narguile. Esta pregunta con prepotencia a la niña por su identidad, a lo que ella responde llena de dudas, pues al haber cambiado varias veces de estatura ya no sabe bien quién es. La Oruga Azul es la lógica racional, las dudas y la paciencia como madre de la ciencia. 
 
Vitalidad. El Gato de Cheshire destaca por su sonrisa. Representa el sentido vital: «Siempre llegarás a alguna parte si caminas lo bastante». 


Estira y encoge. En el libro, la protagonista aumenta y disminuye de tamaño varias veces. Eso ha dado lugar al término micropsia o síndrome de Alicia en el País de las Maravillas para definir un trastorno neurológico que afecta a la visión. El sujeto que lo padece percibe los objetos mucho más pequeños y alejados de lo que están en realidad. También se llama visión o alucinación liliputiense. 

Dio nombre a una enfermedad porque cambiaba de tamaño tras beber la poción «Bébeme» y comer el pastel «Cómeme». «Un día vi cómo los libros de mi hermana se volvían más grandes y cómo mi padre se hacía tan pequeño como un muñeco». «Siento que mi cuerpo crece y crece hasta que parece ocupar la habitación entera». Son algunas de las sensaciones.

El síndrome de Alicia se refiere a los aquejados de este síndrome neurológico que ven las cosas (y hasta sus propias partes del cuerpo) más grandes o pequeñas de lo que son en realidad y no hay poción o tarta que las vuelva a su tamaño original. Suele ser consecuencia de grandes migrañas, tumores cerebrales o abuso de drogas. 

DATO CURIOSO
Los científicos sospechan que Charles Lutwidge Dodgson, conocido bajo el pseudónimo de Lewis Carroll y afectado por migrañas, pudo sufrir el síndrome, de forma que las experiencias de la joven Alicia fueran bien conocidas por su creador. 
Intolerancia. La Reina de Corazones gobierna despóticamente el País de las Maravillas. Narcisista, rígida y controladora, resuelve los problemas, pequeños y grandes, mandando decapitar a todo el que ose ofenderla. 


DATO CURIOSO
Hay quien ha visto en la obra una primera formulación de la Teoría de la Relatividad enunciada años después por Einstein precisamente en la escena con el Sombrerero cuando Alicia observa que el gran reloj del Sombrerero ‘dice el mes y no la hora‘. El Sombrerero reponde ‘¿Y por qué iba a hacerlo?’, ¿tu reloj marca el año en el que éstas?‘. 
Esa conversación, en apariencia absurda, en realidad viene a decir que es tan válido un reloj que marque las horas como uno que marque los días, las semanas o los años. Todo depende de la escala temporal que usemos. 
LIBRO ILUSTRADO 

Si te gusta este libro pero únicamente lo has leído en formato texto, estoy plenamente convencida que la versión ilustrada que te recomiendo te gustará mucho más. 

La editorial Blume sacó en el año 2009 la primera edición de «Las Aventuras de Alicia en el País de las Maravillas» del autor Lewis Carroll, con ilustraciones del galardonado Robert Ingpen. Leer este libro con esas imágenes es como soñar despierto. Son imágenes muy delicadas, muy exquisitas y hechas con mucho mimo y encanto. El libro contiene 192 páginas y la mayoría de ellas están ilustradas. En total lo componen 70 ilustraciones.

PELÍCULA 

Tanto éxito tuvo el libro que en 1903, 37 años después de su primera edición y solo 8 años desde el nacimiento oficial del cine, el director y productor inglés Cecil Milton Hepworth decidió hacer una adaptación cinematográfica. A pesar de encontrarnos en los albores del séptimo arte, la película llama la atención por sus revolucionarios efectos especiales, muy en la línea de Georges Méliès. 

Actualmente solo se conserva una copia de la película original que dura unos 12 minutos, con varias de sus partes perdidas. En febrero de 2010 el British Film Institute restauró parcialmente el material y recuperó unos 8 minutos de grabación, que a día de hoy son de dominio público. 

Es muy probable que al pensar en Alicia y en el cine se te venga a la cabeza la adaptación que hizo Disney en 1952 o, como mucho, la de Tim Burton de 2010, pero la versión de 1903 se me antoja como la más fiel al original. Tal vez sea porque pienso que Lewis Carroll, que murió en 1898, casi pudo verla. En cualquier caso, te recomiendo que la veas y juzgues por ti mismo. Por cierto, si quieres ver más versiones de Alicia en el país de las maravillas aquí y aquí tienes algunas más. 

MÁS FILMS 
Desde 1903, fecha de su primera adaptación cinematográfica, obra de Cecil Hepworth, el libro ha sido llevado al cine más de una decena de veces. Es especialmente conocida la versión de dibujos animados producida por Walt Disney en 1951, que combina elementos de la novela original y de su continuación, A través del espejo y lo que Alicia encontró allí y que, sin embargo, se titula simplemente Alicia en el País de las Maravillas. Ha sido también inspiración para parodias cinematográficas en repetidas ocasiones. En 1988 el surrealista checo Jan Švankmajer realizó una particular película basada libremente en la obra y que lleva por título Něco z Alenky o Alice. En 1999 Hallmark Entertainment realizó una película para televisión basada en las dos obras pero que hacía mayor énfasis en la primera y que, por lo tanto, se intitula Alicia en el País de las Maravillas, la cual fue relanzada en el 2010 en una edición especial de DVD. En 2010 el estadounidense Tim Burton dirigió a su vez una adaptación que recrea y continúa la historia original, titulada asimismo Alicia en el País de las Maravillas. En 2013, el cuento de Alicia en el País de las Maravillas tuvo una adaptación, Once Upon a Time in Wonderland. 

La lista de películas que utilizan este recurso puede ser interminable, aunque lo importante es, en cualquier caso, juzgarlas no por su grado de fidelidad al libro original sino por su calidad como obra independiente. 

FOTOGRAFÍA CULINARIAS

Pues bien, después de reunir 50 reinterpretaciones fotográficas culinarias Dinah Fried ha conseguido publicarlas en la editorial HarperCollins en un apetitoso libro titulado Platos ficticios. En las páginas pares encontraremos la fotografía con la comida mientras que en las páginas impares se encuentra el texto que inspiró a Fried para diseñar el montaje. El libro cuenta además con algunas anécdotas sobre los autores, sus obras y sus predilecciones culinarias. 

EN SUS 150 AÑOS 

Evidentemente, se están presentando una serie de eventos en conmemoración de su Sesquicentenario. Lo que además, es sorpresa la agradable noticia de la escritora Vanessa Tait. 

Alice Lidell fue la bisabuela de la escritora Vanessa Tait, quien publicará en julio "La casa a través del espejo", su versión novelada de la relación entre Lewis Carroll y su niña-musa. Desde Inglaterra, la bisnieta de Alice, uno de los personajes más famosos de la literatura universal, cuenta sus propósitos, a 150 años de la publicación original del libro. 

«The looking glass house», que será publicado en julio en Europa por Corvus, recién verá la luz en su versión en español en 2016. Emulando el título de uno de los dos libros que catapultaron a una fama internacional, que cruza los siglos, al escritor, diácono y fotógrafo Charles Dodgson -conocido como Lewis Carroll-, "Alicia al otro lado del espejo", de 1871, la bisnieta de la Alice de carne y hueso ha escrito una historia que revisita la amistad entre su bisabuela y Carroll. Pero aclara en las páginas finales de su libro: «Mi historia está basada en personajes y eventos reales, pero he dado vuelta un poco las escenas y, por supuesto, las he ficcionado. También comprimí los siete años de amistad entre Alice y el señor Carroll en uno. Pero, porque basé casi todos mis personajes en gente verdadera, creo de interés contar también lo que pasó de verdad en el marco de la tradición victoriana». Así, Tait cuenta al final de su libro la verdadera relación entre la niña y su idealizado amigo Charles, que dio origen a una de las historias de ficción más leídas de la literatura universal.

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